Arvejas Partidas

Arvejas Partidas

Arvejas Partidas

Según restos arqueológicos encontrados en Suiza, las arvejas se han consumido desde la edad de Bronce, siendo desde esa época un alimento muy valorado. Las propiedades de las arvejas no sólo ayudaron a Mendel a estudiar los caracteres de la herencia debido a su fácil cultivo, germinación y facilidad para manipular su reproducción (dando lugar así a la genética) sino que también, las propiedades de la arveja son fundamentales para nuestra nutrición.

La planta de la arveja es de tipo trepadora, con una raíz profunda y el tallo puede alcanzar los 2 metros si encuentra una zona segura por la cual trepar. Las vainas de la arveja contienen hasta 10 semillas y pueden ser consumidas crudas cuando aún están tiernas.

Propiedades de la arveja

Las arvejas contienen una composición diferente de proteínas, hidratos de carbono y grasas según se consuman frescas o secas. Esta diferencia la veremos a continuación para 100g de arvejas: Arvejas frescas Arvejas secas Calorías: 74 cal Calorías: 317 cal Hidratos de carbono:18,80% Hidratos de carbono:61,10% Proteínas: 6% Proteínas:22% Grasa:0,60% Grasa: 2,3% Las arvejas frescas son más fáciles de digerir que las arvejas secas pero aportan menos beneficios que estas. Las arvejas contienen: Vitaminas: tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina, piridoxina (B6), betacaroteno (precursor de la vitamina A) ácido fólico, vitamina K y vitamina C. Minerales: hierro, fósforo, magnesio, zinc y potasio.

Cabe destacar que el contenido vitamínico y mineral de las arvejas se pierde en gran medida si son arvejas enlatadas, pues el proceso de enlatado las somete a una temperatura tal que destruye gran porcentaje de las vitaminas presentes en las arvejas.

Beneficios

Son digestivas: Si son consumidas crudas o muy bien cocidas si son arvejas secas, favorecen la salud del aparato digestivo dado su alto contenido de fibra natural. Las arvejas evitan el estreñimiento.

Son antihipertensivas: Las arvejas reducen los niveles de colesterol LDL y los niveles de azúcar en la sangre. Estas dos capacidades ayudan a la persona a combatir la hipertensión, la diabetes y la posible ocurrencia de un accidente cerebrovascular.

Antiestrés: Por sus altos contenidos en vitaminas del complejo B la arveja ayuda a reducir el estrés, a mejorar el ánimo, a luchar contra la fatiga y la depresión.

Aceleran y mejoran el metabolismo del organismo: Consumir arvejas acelera el metabolismo de los carbohidratos por lo que son una gran aliada a la hora de realizar dietas para bajar de peso.

Antioxidantes: Debido a su alto contenido de vitamina C y betacaroteno las arvejas protegen la retina y nuestra visión de enfermedades como cataratas. Su poder antioxidante también mantiene la juventud de nuestra piel y demás células de nuestro organismo al protegerlas de la acción de los radicales libres.

Es ideal para mujeres embarazadas: Impide que se desarrollen enfermedades en los fetos debido a la escases de nutrientes y vitaminas.

¿Qué cantidad de arvejas ingerir?

Debemos consumir al menos ¾ tazas de arvejas tres veces a la semana. Para las personas vegetarianas y veganas las arvejas no deben faltar jamás en su dieta pues son fuente de proteínas necesarias para el organismo.

Si deseas variar tu rutina de consumo de alimentos y consumir menos carnes rojas para mejorar tu salud es recomendable que incluyas arvejas y cereales, la combinación de ambos suplirá cualquier carencia que el abandono del consumo de carne pueda dejar en tu organismo.

Diferencias entre arvejas frescas y secas

Muchos pueden pensar que da igual consumir arvejas fresca que arvejas secas. Sin embargo, son diferentes. Se les conoce como Pisum sativum, se trata de una planta herbácea que pertenece a la familia de las leguminosas puede ser trepadora. Se cultiva para obtener semillas que pueden consumirse frescas o secas.

Arvejas frescas. Son granos enteros de color verde oscuro. Por lo general son completamente esféricas y suaves, mucho más fáciles de digerir y con una mayor proporción de nutrientes que las arvejas secas. Se recogen en otoño y primavera. Suelen congelarse para que se mantengan frescas durante todo el año. Aportan una menor cantidad de hidratos de carbono, por lo que el aporte de calorías es menor, unas 71 calorías por 100 g. La arveja fresca tiene un sabor más dulce debido a la presencia de azúcares simples que al secarse se transforman en almidón.

Las arvejas frescas tienen menos proteínas que las secas.

Arvejas secas. Son granos partidos por la mitad para facilitar su cocción. Suelen ser más difíciles de digerir y aportar una mayor cantidad de calorías a razón de 317 calorías por 100 g. Cuentan con 22% de proteínas. Contienen poca concentración de lisina y metionina, se recomienda consumirlas con arroz para potenciar el valor de las proteínas. Son más ricas en fibra que las arvejas frescas.

https://www.dimebeneficios.com/propiedades-arveja